jueves, 11 de agosto de 2016

Ruben Pellejero y Juan Díaz Canales - conferencia en Viñetas desde o Atlántico 2016.

Rubén Pellejero (segundo por la izquierda) y Juan Díaz Canales (segundo por la derecha)

Rubén Pellejero y Juan Díaz Canales

Dibujante y guionista, respectivamente, de la nueva entrega de "Corto Maltés", Bajo el Sol de medianoche (Norma Editorial)

Conferencias en Viñetas desde o Atlántico 2016 en A Coruña

Ruben Pellejero habla primero de sus trabajos en Francia. Señala que se metieron en el western y el resultado ha sido alucinante. En Francia tiene mucho  predicamento (Blueberry es el referente).
Su editor le dijo que dibujase western y por su parte le gustó el género. Su idea era no seguir lo típico pero sí conocer a los grandes maestros. Para él dibujar es divertirse y volcar su experiencia de la carrera en el dibujo. El western es realizar lo que no pudiste hacer y plasmar ambientes y jugar con otros planteamientos y tratamiento del color. Fue muy enriquecedor. Hubo una fusión que se apartaba del western tradicional. El aspecto de la luz es primordial y el western te permite jugar con eso.

En cuanto a Juan Díaz Canales, es animador y se presenta por la puerta grande como dibujante y retrata Madrid en "Como viaja el agua". Dice que los autores de cómic son masoquistas y sacan tiempo de debajo de las piedras. Se hizo cargo no solo de la historia sino de la parte gráfica de "Como viaja el agua". Dibujar era una espinita clavada. Es una historia que desarrolló después del estallido de la crisis, fue una especie de conjunción de escribir el guión de "Blacksad". Y Madrid es su entorno natural. Todos los sitios que salen en el libro son por donde pasea o tuvo experiencias vitales.

Miguel Anxo Prado se pregunta por qué no dibujó antes. Juan Díaz aclara que la animación porque el comic tiene un plus de dificultad con una página en blanco mientras que en la animación hay un equipo que te prepara los fondos y los personajes. Le bloqueaba el tener una voz propia. Tenía habilidad para dibujar pero no para crear, lo que bloquea bastante. 
Hay un desdoblamiento del personaje. 

Rubén Pellejero afirma que hay un método en el que pesa mucho lo que el dibujante le pueda aportar. El dibujante por el propio sentido de la composición de la imagen es por donde llevar el tema. Jodorosky enviaba cintas de casete con el guión.
Rubén añade que no tenía la parte del guión y el tramo final fue muy improvisado porque se dispersó mucho el trabajo de los dos (guionista y dibujante).

Los elementos mágicos estaban muy marcados por el guionista al tocar el western.

Juan Díaz introduce el elemento fantástico porque esa característica y forma de ver el mundo. Le gusta jugar con personajes, esa dialéctica con poesía o cosa inexplicable que mejora la historia que ya no es banal y le da una nueva dimensión. En su historia de Madrid mete elementos fantásticos, es un riesgo que le cuesta asumir.

Le preguntan si echó chispas contra el guionista (que era él mismo) pero él sabía que tenía que optimizar sus tiempos y racionalizar el trabajo por lo que no entregó nada fuera de plazo (risas) y la presentación de su nuevo álbum le coincidió  a su vez con la promoción de Corto Maltés, del que es guionista. Las cosas mas difíciles no fue dibujar los edificios, que le llevó más tiempo. "Tienes oficio y sabes salir del paso". indica.

Pasado su trabajo de Batman, uno de los autores dice que crear un universo gráfico es lo más difícil (encontrar un dibujo realista, o hacer el entintado, ir tomando esas decisiones y hacer un corpus grafico es lo más difícil ). 

Ruben Pelllejero añade que dibujar Batman fue un honor y ningún dibujante puede negarse, su idea era hacer algo para DC en Europa y en blanco y negro. "Para mí, dibujar es divertirte y Batman era ponérmelo en bandeja. Hay cierta inconsciencia en el ritmo de trabajar,  lo mismo que hacer Corto Maltés", señala. Juan dice que hacer Batman le pondría tan nervioso que se haría pis encima (risas).

Así se gestó la vuelta de "Corto Maltés" en "Bajo el sol de Medianoche"

Sinopsis: 1915, Corto Maltés atraviesa las vastas extensiones heladas del Gran Norte, entre Estados Unidos y Canadá. Consigo lleva un mensaje de su amigo, el célebre escritor Jack London, autor de Colmillo Blanco. La carta está destinada a un amor de juventud. A cambio de hacérsela llegar, London le promete a Corto una nueva aventura en la que está envuelto un misterioso tesoro…

Más información: http://www.normaeditorial.com/ficha/012077301/corto-maltes-bajo-el-sol-de-medianoche/

Corto Maltés es un icono y tiene muchos condicionantes. Llegó a ellos por azar. La dueña y gestora Patricia Panotti ( la colorista de Corto Maltés y poseedora de los derechos) es la que los animó. Ella conocía a Juan del certamen de Luca y decidió retomar el personaje. Llamó a Juan como guionista de Blacksad y propusieron a Ruben. Y luego se disparó toda la maquinaria.

"Aquí suena el teléfono y te dicen si quieres hacer un Corto Maltés", recordó Rubén Pellejero. Pensó que era una broma porque Maltés era un referente en su aprendizaje, fue como una unión de casualidades. En las conversaciones, se habló de si había que hacer una copia o una nueva versión. Era imposible hacer un espejo de Pratt. Esa libertad les dio animo para seguir con la vuelta del personaje.

Miguel Anxo Prado dice que solo Ruben podía haber hecho Corto Maltés, que encajaba en el autor y le daba carácter al personaje para adaptarlo y encontrar un espacio propio en un protagonista tan marcado. Pellejero añade que hizo un homenaje a Corto Maltés. "Lo único que he tenido que hacer es retomar elementos de trazos y airear en los bocetos (donde es un dibujante de línea Argentina, italiana o americana)", explicó.

Juan Díaz añade que ya había una sinopsis inicial con la que tuvieron que arrancar y que estaba ambientada sobre el año 1915 (mitad de la Primera Guerra Mundial). La acción estaba situada en el Polo Norte "donde los hombres, a pesar de la lejanía, se siguen peleando". Hubo un lapso de 20 años sin el personaje y se retomó desde la primera historia pero Pratt saltaba de un lado a otro de la cronología. Fue la posibilidad de continuar la serie lo que les animó y ya están trabajando en el siguiente tomo. No hay obligación de retomar el personaje cronológicamente y "tienes mucho espacio en blanco para jugar con él".

Miguel Anxo Prado se imagina a un comité guardián del fuego sagrado vigilando la herencia de Corto Maltés. Juan dice que ese comité existe pero trabajaron aislados de las opiniones de estas personas y solo los conocieron al salir el álbum. Uno les dijo: "Corto Maltés nunca diría mierd...". No hubo dirigismo ni siquiera de la editorial Carteman. Añade que Tintín seria mas fácil de seguir de manera mas mimética pero Corto Maltés mutaba de álbum en álbum y era imposible imitarlo porque no lo hacía ni Pratt, que lo usaba como laboratorio experimental y es inimitable y se aprovecharon de ese margen de libertad.

Rubén Pellejero afirma que "todo fue muy bien llevado para que pudiésemos trabajar". 
Una de las cosas de la técnica de Pratt era que metía un personaje y luego se lo cargaba. Juan introdujo la ironía de la obra de Pratt, el sentido del humor fino porque es una música que le suena familiar.
Juan recalca que apenas siguió como fan a nadie salvo a Corto Maltés y Asterix.

Uno de los intervinientes cuenta que Pratt decía que si una página la podía resolver en dos horas no empleaba tres y a pesar de su método lograba ser enorme. Aunque tenía fama de ser perezoso era muy resolutivo.

Rubén Pellejero añade que cuando haces una copia el aspecto anímico desaparece porque eres un copista y punto. 

Un miembro del público pregunta si a Rubén Pellejero le gustaría dibujar algo distinto de DC y este contesta que Marvel y en concreto en Lobezno. "Prefiero que los personajes anden por la calle antes que vuelen", indicó.

Miguel Anxo  Prado pregunta sobre el color (que pertenecía a la colorista Patricia) y Pellejero aclara que se planteó que hubiese dos versiones, una en color y otra en blanco y negro. No se planteó el color como aspecto definitorio y Patricia estuvo abierta a que Rubén aceptase el color que respetaba su estilo pero, tras una prueba, el color de ella destruía su dibujo y hubo que tomar una decisión. Y ella aceptó que Rubén pusiese el color. Juan añade que trabaja con libertad y eso se nota en la obra, que no es dirigida para nada.

Rubén Pellejero piensa en blanco y negro y si es en color hace los arreglos en los fondos que es donde está el color. En aquella época de los años 70 era un color discreto y sencillo.

A Rubén le propusieron en Francia hacer una edición de 13 (?). 

Juan dice que nunca tuvo problemas con los editores aunque ha oído que hay editores malos. Alguno no quiso seguir una serie y punto. Los dramas están en la vida y no en hacer tebeos.

Quieren hacer un álbum cada dos años y medio de Corto Maltés sin limite de páginas ni cronología. De una manera bastante natural se han puesto ellos mismos los límites, quisieron que el universo sea reconocible, con cuatro tiras por pagina, nada de experimentar artísticamente. Ha de ser coherente. Hay cosas que nadie te tiene que decir.

Le preguntan si la historia de Corto Maltés termina en la Guerra Civil, cuando muere el protagonista, como siempre decía Pratt. Parte de la magia de Pratt era que era ambiguo en el amor con Pandora y la muerte del personaje, por lo que eso forma parte de su leyenda. Pratt contaba que en los 60 aparecía en Chile ciego pero luego decía que en otra historia lo fusilaron. "Como lector tenía más ganas en saber las batallas en la época de plenitud que en ir directamente a su muerte en la Guerra Civil", explica el nuevo guionista Díaz.

Pellejero trabaja en varios proyectos. En Francia tiene en marcha un libro de más de 100 páginas. Y otro proyecto es una historia que transcurre en Barcelona tras la guerra civil. 

En cuanto Juan Díaz , ya terminó el guión del siguiente Corto Maltés y tiene un diptico coguionizado con Teresa Valero y que dibuja un italiano. También trabaja en dos Blacksad de dos álbumes (tomos 6 y 7) mientras avanza Pellejero y trabaja con un francés. Juan no tiene proyecto en marcha en solitario pero tiene ganas de seguir por ese camino.

Juan dice que no es un guionista lleno de ideas para descartar. Una vez que tiene la trama clara y los personajes definidos siempre tiene que haber la intuición de que las cosas funcionan y lo que va peor, no es magia sino tener montado bien el esqueleto y el oficio. 
"Un problema de tantas dudas es la falsa creencia de que tienes muchas cosas que contar que en realidad no son tal. Los personajes los conoces bien y al imaginar secuencias todos funcionan de forma coherente porque los conoces", afirma.

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Resúmenes de las conferencias (por E.V.Pita) de autores de Viñetas desde o Atlántico 2016

Chris Claremont (guionista de X-Men)
http://evpitacomic.blogspot.com.es/2016/08/chris-claremont-vinetas-desde-o.html

Jorge González
http://evpitacomic.blogspot.com.es/2016/08/jorge-gonzalez-vinetas-desde-o.html

Rubén Pellejero y Juan Díaz Canales ("Corto Maltés", segunda etapa)
http://evpitacomic.blogspot.com.es/2016/08/ruben-pellejeo-y-juan-diaz-canales.html

Daniel Torres ("La Casa")
http://evpitacomic.blogspot.com.es/2016/08/daniel-torres-conferencia-de-vinetas.html

Ramón Marcos
http://evpitacomic.blogspot.com.es/2016/08/ramon-marcos-conferencia-en-vinetas.html

Susana Bueno ("Vivió aquí")
http://evpitacomic.blogspot.com.es/2016/08/susana-bueno-conferencia-en-el-salon.html

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